La historia de Sarai: De la duda sobre sí misma a desarrolladora de software en OpenSolar

Parte de nuestra serie “Acelerar la acción” para el Día Internacional de la Mujer 2025
Cuando te imaginas a un desarrollador de software, ¿qué te viene a la mente? Para Sarai Pérez, la imagen con la que creció no se parecía en nada a ella.
“Hace unos años, al pensar en qué tipo de persona trabaja como programador, nunca me imaginé a alguien como yo. Te imaginas a un chico blanco prodigio californiano, no a una chica cualquiera de México en un cibercafé”.
Las dudas sobre sí misma eran profundas. De hecho, Sarai evitó activamente estudiar informática porque pensaba que sería demasiado difícil; no porque careciera de interés, sino porque la imagen de quién pertenecía al mundo de la tecnología no la incluía a ella.
“Me arrepiento de no haber estudiado informática en primer lugar porque tenía demasiado miedo de suspender la carrera si intentaba estudiar algo demasiado difícil para mí”.
Ese miedo -a no pertenecer, a no ser suficiente- es algo que Sarai sabe que sienten demasiadas mujeres cuando se plantean carreras en STEM.
Hoy, como desarrolladora de software en OpenSolar, Sarai no sólo forma parte del futuro de la industria solar, sino que también está reescribiendo quién pertenece a la tecnología.
“Estoy muy orgullosa de haber adquirido habilidades que me permiten ser independiente y cuidar de mí misma sin importar en qué parte del mundo me dejen. Sobre todo para las mujeres, la independencia es muy importante”.
Pero la visión de Sarai sobre el futuro de STEM y la energía solar va más allá del género. Cree que el verdadero progreso significa ver a las personas como individuos, no sólo como estadísticas o etiquetas.
“Lo que me encantaría ver en el futuro es que los seres humanos tuviéramos más en cuenta a la hora de categorizar a los demás y a nosotros mismos. Nuestras características individuales tienen un impacto mucho mayor que las demográficas, pero a menudo nos basamos en estadísticas generales a la hora de tomar decisiones que configuran nuestro mundo.”
Esta mentalidad, que valora la individualidad por encima de las suposiciones, da forma a los consejos que da a su yo más joven y a cualquier mujer que se pregunte si pertenece al mundo de la tecnología:
“Parece difícil de creer, pero si deseas algo lo bastante y durante el tiempo suficiente, conseguirás al menos una versión de ello. No subestimes el poder de la perseverancia y el trabajo duro, y recuerda que todo el mundo se cae del caballo. Lo que importa es volver a subir”.
Mientras OpenSolar celebra el Día Internacional de la Mujer, historias como la de Sarai nos recuerdan que acelerar la acción empieza por cambiar la imagen de quién pertenece y desafiar el hábito de encasillar a las personas en categorías predefinidas. El progreso real se produce cuando dejamos espacio para que brille cada historia individual.
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